sábado, 11 de agosto de 2012

el tren de las ilusiones...


Pueblito alejado, calles de tierra, cuerpos cansados
ojitos a montones buscando el tren de las ilusiones,
los niños y los viejos clavan maderas para su sueño
y esa locomotora, esa locomotora,
no enciende sus motores y ya es la hora.
Cuantos amaneceres y atardeceres fueron pasando
cuantos pueblos chiquitos, en el olvido fueron quedando.
Los niños envejecieron resignando años por sueños
y esa locomotora, esa locomotora,
no enciende sus motores y ya es la hora…
La hora de pensar en los pueblos que existen más allá
donde no llega el tren y dan las gracias si hay de comer.
Hora de empezar, rápido a trabajar,
darle rienda a las vías que la esperanza, debe llegar.
Cuando no escucha nadie, no hay grito más fuerte que el del hambre
y se prende una mecha y no existe tormenta que la apague.
Los niños y los viejos cansados ya de esperar su sueño
ahora son la locomotora y ahí va la locomotora
a gritarle fuerte al sordo esta es la hora…
La hora de pensar en los pueblos que existen más allá
donde no llega el tren y dan las gracias si hay de comer.
Hora de empezar, rápido a trabajar,
darle rienda a las vías que la esperanza, debe llegar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario