lunes, 7 de mayo de 2012

de otra manera...

Hace más o menos un año, centenares de miles de personas salieron a la calle con una alegría y una determinación inéditas en los últimos tiempos. La convocatoria no provenía de los canales habituales, pero la rotundidad del mensaje consiguió aunar voces heterogéneas en un solo grito: no somos mercancías en manos de políticos y banqueros. La insumisión era explícita respecto a las reglas de un sistema político, y económico, que se identifican como incompatibles con el cumplimiento de los derechos ciudadanos más básicos. La idea de que la dinámica económica en marcha nos conducía aceleradamente hacia la barbarie social estaba en el sustrato de la protesta. La pancarta desplegada en Sol aquel 15 de mayo -"vuestra crisis no la pagamos"- insistía en la centralidad de la crítica económica como parte fundamental de la indignación. La principal aportación de la "sacudida de mayo", y del trabajo incansable y sistemático que desde entonces se viene desarrollando desde múltiples ámbitos del movimiento -entre los que cabe destacar la labor insustituible de los grupos de trabajo de economía consolidados a partir de los grupos motores de Sol y Plaça Catalunya-, corre el riesgo de pasar desapercibida. Pero es de una importancia crucial: la economía ha bajado a la calle. Romper la ficción interesada de que en economía, y especialmente en un contexto de crisis como el actual, "las cosas no pueden ser de otra manera", es un primer paso fundamental para avanzar hacia una sociedad más democrática. Es crucial, porque es la mejor forma de visibilizar de una forma práctica y eficaz que las cosas sí pueden ser de otra manera. El proceso es lento, y no está exento de problemas y contradicciones. Llevamos un año sembrando, alimentando pacientemente el cuestionamiento de un sistema económico que se ha demostrado incapaz de garantizarnos una vida digna. Es una tarea fundamental, previa, necesaria, aunque no siempre goce de la visibilidad correspondiente. Podemos pensar que el trecho recorrido es poco, en comparación con todo lo que queda por hacer. Pero lo más importante en lo que podemos pensar es en cómo, a partir del 16 de mayo de 2012, seguir dando pasos en esta dirección.
Fuente: Público

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