lunes, 20 de febrero de 2012

vencer las trampas...


Volvés a sentir el calorcito
 en la yema de los dedos,
la cosquilla de escribir en el estómago
 y sos de nuevo
poeta, mujer, pájara. 
Estás otra vez fértil y tierrosa
llenas de fuego líquido las venas 
que creías apagadas
como ríos mansos.
Te alegrás en el júbilo de tu despertar 
con trinos y malinches.
En el fondo es como sentir 
que volviste a nacer, a pesar de
todas las trampas de la mediocridad 
y del exilio.

Imagen: taringa 

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