domingo, 4 de diciembre de 2011

el Chile de lo posible...

Santiago y Valparaíso, Chile. Entre el fin de la dictadura (1990) y el 2010, la “transición política” (donde lo importante era avanzar sólo “en lo posible”) se abrió paso entre la custodia encubierta de los militares y el capital. Esos 20 años se desarrollaron en un sistema de partidos binominal que promueve la existencia de sólo dos grandes bloques, y asegura al régimen militar y a la derecha (los impulsores del modelo neoliberal) la mitad del parlamento. Los grandes temas se estancaron sin una participación ciudadana capaz de decidir cómo quiere producir, educarse, salvaguardar la salud y participar en la vida cívica. El resultado es la concentración del capital y los medios de comunicación en unas pocas familias y una élite política de escasa representación, en una economía abierta de par en par al mercado internacional. En 2011 apareció esta revuelta con actores ninguneados que tomaron la vanguardia y movilizaron a la sociedad. El eje es la educación y sus protagonistas son los estudiantes de enseñanza media y universitaria, con una poderosa aprobación sobre todo de sus padres y de los millones que no pudieron gastar para educarse. El sistema de “lo posible” comienza a caer porque estos jóvenes han desacreditado a la élite política y al capital, que lucra con la enseñanza y tiene a sus padres endeudados con carreras caras y de mala calidad. El tema de educación ha ido más allá de reivindicaciones para parchar el sistema: ahora cuestiona el modelo neoliberal. Esta historia se parece a la dictadura y su fiesta televisiva, pero esta vez quizá los y las jóvenes no les crean y desmantelen de una vez por todas el Chile “de lo posible”.
 De la mala educación a la revuelta social 
Edición de un texto de Marcelo Zamora

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